Las redes sociales están empezando a desempeñar un papel cada vez más relevante durante las situaciones de emergencia. Este papel suele ser positivo, erigiéndose como un canal de comunicación fluido entre las autoridades y los ciudadanos o dando soporte a procesos de inteligencia colectiva entre la ciudadanía. Sin embargo, en otras muchas ocasiones es fuente de rumores, información confusa y manipulación. Todo esto en un dominio crítico donde una información errónea o imprecisa puede llevar a una respuesta (de organizaciones) o reacción (de ciudadanos) desacertada cuyos efectos pueden acarrear incluso pérdidas humanas. Entonces, ¿Qué hacemos con las redes sociales en emergencias? Para avanzar hacia la respuesta a esta pregunta (que voy adelantando que no es fácil), este post analiza el uso de estos instrumentos en situaciones de emergencia tomando como referencia la crisis que se ha vivido recientemente con el caso del Ébola.
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